Los ronquidos pueden parecer una molestia inofensiva, pero para muchas personas son un signo de algo más grave: la apnea obstructiva del sueño (AOS). Y cuando te despiertas constantemente cansado, irritable o con dolores de cabeza, es natural buscar una solución. Una de las herramientas de las que más se habla en la odontología del sueño es el dispositivo de avance mandibular (MAD). Pero, ¿qué es exactamente? ¿Debería usar uno? Un dispositivo de avance mandibular es un aparato bucal hecho a medida diseñado para ayudar a los pacientes a respirar más fácilmente por la noche. Funciona desplazando suavemente la mandíbula inferior (mandíbula) hacia adelante para abrir las vías respiratorias durante el sueño. Al mover la mandíbula hacia adelante, el dispositivo ayuda a reducir el colapso de los tejidos blandos de la parte posterior de la garganta, una causa frecuente de ronquidos y apnea del sueño de leve a moderada. A primera vista, parece una solución sencilla: usar un dispositivo por la noche, respirar mejor y despertarse con más energía. Pero, como todos los tratamientos, hay más en la historia. No todo el mundo es candidato. De hecho, usar uno sin entender cómo funciona (o si es adecuado para tu anatomía) puede provocar otras complicaciones, especialmente si tienes antecedentes de dolor en la mandíbula o de rechinar los dientes. Ahí es donde las cosas se complican. Algunos pacientes se benefician enormemente de una MAD. Otros experimentan problemas nuevos, como molestias en la articulación temporomandibular o cambios en la mordida. Y luego está la cuestión de cómo encaja con otras afecciones, como el bruxismo (rechinamiento) o el trastorno de la articulación temporomandibular (TMD). Si bien algunas personas consideran que los MAD son una alternativa a las máquinas de CPAP, no son aptos para todo el mundo y no deben tratarse como protectores bucales de talla única. En este blog, analizaremos qué es un dispositivo de mejora mandibular, cómo funciona y a quién está destinado realmente. También analizaremos los riesgos de un uso inadecuado, especialmente para los pacientes con problemas dentales o articulares preexistentes. Esto incluye comprender cómo estos dispositivos interactúan con la mordida, los ciclos del sueño e incluso la estructura de las vías respiratorias durante la fase REM y el sueño profundo. Ya sea que te hayan diagnosticado apnea del sueño, sospechas que puedes tenerla o simplemente estás buscando una alternativa a la CPAP, entender este dispositivo es el primer paso. No debes tomar una decisión basándote en un producto que hayas visto en Internet o en una solución única que hayas encontrado en una farmacia. Estos dispositivos son potentes, pero solo cuando se usan correctamente bajo supervisión profesional. En KYT Dental Services, queremos que nuestros pacientes comprendan todas sus opciones. Eso significa no solo saber qué es un MAD, sino también comprender cuándo funciona, cuándo no y qué señales de alerta hay que tener en cuenta. Empecemos por lo básico: ¿qué es exactamente un dispositivo de avance mandibular y cómo ayuda realmente a respirar mejor por la noche?
Un dispositivo de avance mandibular (MAD) es un aparato bucal hecho a medida que se usa principalmente para tratar los ronquidos y la apnea obstructiva del sueño (AOS) leve a moderada. A pesar de su apariencia dental, su propósito va mucho más allá de la mera protección de los dientes: influye directamente en las vías respiratorias, en la calidad del sueño y, en última instancia, en la salud en general.
Vamos a desglosarlo.
Cuando te duermes, los músculos de la garganta y la lengua se relajan de forma natural. Para algunas personas, especialmente aquellas con vías respiratorias estrechas, exceso de tejido blando o determinadas estructuras anatómicas, esta relajación puede provocar una obstrucción parcial o total de las vías respiratorias durante el sueño. Esto es lo que causa la apnea obstructiva del sueño, una afección en la que la respiración se interrumpe breve y repetidamente. En los casos más leves, este mismo problema provoca ronquidos fuertes, causados por la vibración de los tejidos relajados en una vía respiratoria parcialmente estrecha.
Aquí es donde entra en juego el dispositivo de avance mandibular.
El dispositivo se coloca sobre los dientes superiores e inferiores como un protector bucal, pero está diseñado para reposicionar la mandíbula inferior ligeramente hacia adelante mientras duermes. Al hacer avanzar la mandíbula, el MAD también mueve la lengua y los tejidos blandos circundantes hacia adelante, lo que ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias, especialmente en la parte posterior de la garganta, cerca de la orofaringe y la base de la lengua. ¿Cuál es el resultado? Menos colapso tisular, menos obstrucciones y una respiración más suave y silenciosa.
Los pacientes que se benefician de los MAD suelen informar:
Si bien puede parecer un simple dispositivo de plástico, un MAD diseñado profesionalmente es altamente técnico. Muchos cuentan con bisagras ajustables, bandejas de ajuste preciso y sistemas de calibración que permiten al dentista aumentar gradualmente el avance mandibular con el tiempo. El objetivo es encontrar el «punto óptimo»: posicionarse lo suficiente hacia adelante para abrir las vías respiratorias, pero no tanto como para causar molestias en la mandíbula.
Estos dispositivos son especialmente útiles para los pacientes que no pueden tolerar las máquinas de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), que se utilizan tradicionalmente para los casos más graves de apnea del sueño. La terapia de CPAP utiliza una máscara y aire presurizado para mantener abiertas las vías respiratorias. Si bien se considera el estándar de referencia, muchos pacientes consideran que la mascarilla es incómoda, ruidosa o inconveniente. Para las personas con apnea del sueño de leve a moderada o ronquidos simples, el MAD suele ser una solución portátil y más fácil de usar.
Sin embargo, es importante recordar que los MAD no son protectores bucales de venta libre. Los productos que se compran en tiendas suelen carecer de la precisión y la capacidad de ajuste necesarias para ser eficaces y seguras. Los dispositivos mal ajustados pueden provocar dolor en la mandíbula, cambios en la mordida o un empeoramiento de los problemas de la articulación temporomandibular (ATM). Por eso, la supervisión dental (idealmente en colaboración con un especialista del sueño) es fundamental para el diagnóstico, la adaptación y el seguimiento adecuados.
En resumen, un dispositivo de avance mandibular funciona reposicionando suavemente la mandíbula hacia adelante para reducir el colapso de las vías respiratorias durante el sueño. Es un tratamiento no invasivo y eficaz para el paciente adecuado, pero solo cuando se usa correctamente y bajo supervisión.
No todos los ronquidos son iguales y no todas las personas con problemas para dormir son candidatas para un dispositivo de avance mandibular (MAD). Si bien este dispositivo ha ayudado a innumerables personas a dormir mejor y respirar mejor, no es una solución universal. Saber si eres un buen candidato (o si debes evitarlo por completo) es fundamental antes de continuar con el tratamiento.
Empecemos por el candidato ideal.
Un MAD es más adecuado para personas que:
Estas personas suelen beneficiarse de la sencillez y la comodidad de la terapia MAD. Para las personas con OSA leve, un MAD bien ajustado puede reducir las puntuaciones del índice de apnea-hipopnea (IAH) y mejorar considerablemente la calidad del sueño. También es una opción más discreta y apta para viajar en comparación con la CPAP.
Ahora, hablemos de quién no debería utilice un MAD — o debe proceder con extrema precaución.
Es posible que un MAD no sea apropiado si:
¿La mayor bandera roja? Disfunción temporomandibular. Los dispositivos de avance mandibular funcionan manteniendo la mandíbula en posición delantera durante toda la noche. Si bien esto abre las vías respiratorias, también ejerce una presión constante sobre las articulaciones temporomandibulares. En el caso de una articulación temporomandibular saludable, esto suele ser tolerable. Sin embargo, en el caso de una persona con antecedentes de problemas mandibulares (chasquidos, chasquidos, crujidos o dolor), esto puede provocar un empeoramiento de los síntomas, como inflamación, dolores de cabeza y dificultad para masticar.
Otra preocupación es estabilidad dental. Si sus dientes se mueven, están flojos o faltan, es posible que el MAD no quede correctamente colocado. Esto puede provocar cambios en la mordida, fuerzas desiguales en la mandíbula y, en algunos casos, dañar los dientes restantes.
Es por eso que se requiere un examen dental completo y un estudio del sueño antes de comenzar la terapia MAD. En KYT Dental Services, utilizamos escaneos 3D, evaluaciones de las vías respiratorias y colaboramos con médicos especialistas del sueño locales para garantizar que todos los pacientes se sometan a las pruebas de detección adecuadas. Si no eres un buen candidato, te ayudaremos a explorar otras opciones, ya sea la CPAP, la terapia nasal, el control del peso o las alternativas quirúrgicas.
En resumen, los dispositivos de avance mandibular funcionan mejor para derecha paciente: uno con AOS leve a moderada, ATM saludable y una base dental sólida. Si ese es tu caso, el dispositivo podría mejorar drásticamente tus noches. Si no, seguir adelante podría hacer más daño que bien.
Si bien un dispositivo de avance mandibular (MAD) puede cambiar las reglas del juego para los pacientes con ronquidos o apnea del sueño, es importante entender las posibles desventajas. Como cualquier intervención dental o médica, este tratamiento conlleva sus propios riesgos, especialmente cuando se usa a largo plazo o sin la supervisión adecuada.
Los efectos secundarios más frecuentes notificados por los pacientes incluyen:
Dado que la MAD mantiene la mandíbula inferior en posición delantera durante toda la noche, ejerce tensión sobre los músculos y las articulaciones que rodean la mandíbula. Los pacientes suelen presentar dolor por la mañana, especialmente durante las primeras semanas de uso. Esto suele ser temporal y puede resolverse mediante ajustes graduales o ejercicios de estiramiento, pero en algunos casos, la molestia persiste.
Esta es quizás la preocupación más grave. En los pacientes con problemas preexistentes de la articulación temporomandibular (como chasquidos, chasquidos o trabamiento mandibular), el hecho de que una MAD se estire hacia adelante puede empeorar los síntomas. Incluso en aquellos pacientes sin antecedentes conocidos de disfunción de la articulación temporomandibular, su consumo crónico puede, con el tiempo, provocar inflamación de la articulación, lo que provoca dolor, disminución de la amplitud de movimiento o cambios en la alineación de la mordida. Es fundamental que el dentista realice una evaluación de la articulación temporomandibular antes de colocar el dispositivo.
Uno de los efectos secundarios menos conocidos pero más permanentes del uso prolongado de la MAD es cambio de mordida. La presión constante hacia adelante puede hacer que los dientes se muevan, especialmente los dientes frontales. Con el tiempo, los pacientes pueden desarrollar una «mordida abierta», en la que los dientes superiores e inferiores ya no se unen correctamente. Esto puede afectar la masticación, el habla e incluso la apariencia facial si no se controla y se trata a tiempo.
Los MAD mal ajustados, o los dispositivos que se usan sin un ajuste regular, pueden causar irritación localizada en las encías o la parte interna de las mejillas. Algunos pacientes también informan sobre puntos de presión en dientes específicos, lo que puede provocar dolor o incluso una movilidad leve de los dientes si no se corrigen.
Según el diseño del dispositivo y las tendencias naturales del paciente a respirar por la boca, algunas personas experimentan sequedad bucal, mientras que otras desarrollan salivación excesiva. Ambas pueden perturbar el sueño y aumentar el riesgo de caries o problemas en las encías si no se controlan.
A pesar de estos riesgos, muchos pacientes toleran bien los MAD, especialmente cuando el dispositivo se fabrica a medida, se controla profesionalmente y se ajusta con regularidad. Los problemas suelen surgir cuando los pacientes utilizan versiones de venta libre o se saltan las citas de seguimiento.
Es por eso que la educación del paciente y la estrecha supervisión no son negociables. En KYT Dental Services, proporcionamos instrucciones detalladas sobre cómo usar, limpiar y controlar su dispositivo. También programamos controles de rutina para evaluar la salud de la mandíbula, el movimiento de los dientes y la calidad del sueño.
En resumen, los riesgos de una MAD son reales pero manejables. La clave está en reconocer si tu anatomía y tus hábitos son compatibles con el dispositivo y en comprometerte con los cuidados continuos. Si se usa correctamente, un MAD puede mejorar drásticamente el sueño. Si se usa a ciegas, puede crear una serie de problemas completamente nuevos.
Los dispositivos para el avance mandibular no son simples protectores bucales, sino que son aparatos de uso médico diseñados para tratar una afección real que, a menudo, altera la vida: los trastornos respiratorios del sueño. Para la persona adecuada, un MAD puede ofrecer una noche de sueño más cómoda, práctica y tranquila sin el ruido y el volumen de una máquina de CPAP. Pero eso no significa que sea perfecta para todo el mundo. La conclusión clave es la siguiente: si bien una MAD puede mejorar significativamente el flujo de aire y reducir los ronquidos o los episodios de apnea, su eficacia (y seguridad) dependen completamente de la estructura dental y mandibular única de cada paciente. Los pacientes con lesiones temporomandibulares sanas, sin signos de bruxismo y con mordidas estables suelen tener un pronóstico muy bueno. Sin embargo, para las personas con dolor en la mandíbula, rechinar los dientes o problemas de mordida existentes, usar un MAD sin las precauciones adecuadas puede empeorar las cosas. Por eso es fundamental someterse a una evaluación dental y del sueño completa antes de comenzar el tratamiento. Un estudio del sueño puede ayudar a determinar si una MAD es incluso apropiada, y el dentista puede evaluar si la boca y la mandíbula pueden tolerar las fuerzas implicadas. Si omites este paso, no solo corres el riesgo de sufrir molestias, sino que también corres el riesgo de tener problemas dentales y de articulación temporomandibular a largo plazo. En KYT Dental Services, no creemos en las conjeturas. Todos los aparatos para las vías respiratorias que entregamos están diseñados con precisión, ajustados con el tiempo y respaldados por un cuidado continuo. Si está considerando la posibilidad de usar un dispositivo para el avance mandibular, asegurémonos de que no es solo una opción, sino la opción correcta para su salud.
No todos los ronquidos son iguales y no todas las personas con problemas para dormir son candidatas para un dispositivo de avance mandibular (MAD).